4 de septiembre | Redacción |

A pesar de que durante mucho tiempo el virus del Zika pasó desapercibido en la atención de los organismos sanitarios debido a su baja propagación, se ha convertido en un tema de preocupación global en la última década, especialmente después de propagarse rápidamente por América Latina y otras regiones del mundo.

El virus del Zika, transmitido por mosquitos del género Aedes, causa síntomas que incluyen fiebre leve, sarpullido, dolor de cabeza, dolor en las articulaciones, dolor muscular, malestar general y conjuntivitis no purulenta. Estos síntomas suelen aparecer entre 2 a 7 días después de ser picado por un mosquito portador del virus.

A pesar de una reducción global en los casos de Zika desde 2017, el virus sigue circulando en 89 países en todo el mundo. Aunque la incidencia de la enfermedad se mantiene baja, se han registrado aumentos esporádicos en los últimos años, lo que representa un desafío continuo para la salud pública a nivel global.

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Para abordar este problema, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) auspició el seminario «EPI-WIN: Virus del Zika: aprendiendo del pasado, preparándonos para el futuro». El evento reunió a expertos en el tema con el objetivo de examinar la situación actual del Zika a nivel mundial y discutir las medidas para rastrear y controlar su transmisión, así como para prepararse y responder de manera temprana.

La Dra. María Van Kerkhove, jefa de la Unidad de Enfermedades Emergentes y Zoonosis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló que «la mayoría de las infecciones por este virus son asintomáticas o leves, lo que hace que sea difícil detectar la enfermedad por parte de los sistemas de salud». Esta característica del Zika puede llevar a que la enfermedad pase desapercibida en muchas ocasiones, lo que representa un desafío importante para su detección temprana y su control.

La OMS ha alertado sobre las complicaciones del Zika en las mujeres embarazadas, ya que la infección puede provocar malformaciones congénitas en el feto, como la microcefalia, e incrementar el riesgo de partos prematuros y abortos espontáneos. Esta preocupación ha convertido al Zika en un asunto crítico en la atención médica materno-infantil.

En cuanto a la situación en las Américas, desde su detección inicial en Brasil en marzo de 2015, se ha confirmado la transmisión local del Zika en todos los países y territorios de la región, con excepción de Chile continental, Uruguay y Canadá. Brasil, Colombia y Venezuela lideran la lista de países con el 89% de los casos de Zika registrados entre 2014 y 2023 en la región.

Aunque la incidencia del Zika es considerablemente menor en comparación con otros virus transmitidos por mosquitos como el dengue o la chikungunya, que han registrado millones de casos en 2023, el Zika sigue siendo una amenaza importante debido a sus posibles complicaciones graves, especialmente en mujeres embarazadas.

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La asesora en Vigilancia y Control de Enfermedades Arbovirales de la OPS, Thais dos Santos, destacó la importancia de la vigilancia de infecciones agudas del Zika y su relación con síndromes neurológicos como el Guillain-Barré. Los expertos enfatizan la necesidad de contar con diagnósticos precisos y abundantes en laboratorios, así como capacitar al personal de salud en todos los niveles para una detección oportuna y la implementación de medidas de control efectivas.

En resumen, el seminario organizado por la OPS destaca la importancia de mantener una vigilancia constante sobre el Zika y de continuar investigando y preparándose para posibles brotes futuros, con el objetivo de proteger la salud pública a nivel global.