El economista Andréi Beloúsov ha sido nombrado como el nuevo ministro de Defensa ruso, encargado de gestionar la guerra con Ucrania. Su función no se centra en aspectos militares, sino en administrar el tercer presupuesto militar más grande del mundo, el cual enfrenta desafíos debido a la corrupción dentro del generalato ruso.

Durante su intervención ante el Senado, Beloúsov destacó la importancia de alcanzar la victoria en la operación militar especial con el menor número posible de bajas. Sin embargo, evitó hacer referencia a la situación en el campo de batalla, un tema prerrogativa del Estado Mayor.

A pesar de la falta del decreto presidencial, el Kremlin anunció que Beloúsov acompañará al presidente ruso, Vladímir Putin, en su viaje a China este jueves, principal aliado de Rusia.

El nombramiento de Beloúsov coincide con la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a Kiev, donde confirmó que parte de la ayuda militar prometida ya ha llegado a Ucrania.

Beloúsov se enfrenta al desafío de integrar los recursos de las Fuerzas Armadas en la economía nacional, ya que la industria militar se ha convertido en un impulsor clave del desarrollo del país. Además, debe administrar un presupuesto que supera el 6,7 % del Producto Interior Bruto, destinado a la defensa.

Entre las prioridades de Beloúsov está el suministro de armas, municiones, drones y equipos de lucha radioelectrónica de nueva generación a las unidades que combaten en Ucrania. También destacó la importancia de introducir nuevas tecnologías en el Ejército para anticiparse al enemigo.

Mientras tanto, continúan las purgas entre los altos mandos del Ejército y del Ministerio de Defensa ruso, afectados por casos de corrupción. El teniente general Yuri Kuznetsov, jefe de la dirección de personal del Ministerio de Defensa, fue detenido por aceptar sobornos de gran cuantía.

El nombramiento de Beloúsov no ha sido recibido favorablemente por todos, especialmente por aquellos que esperaban un enfoque más beligerante hacia Ucrania. Alexéi Diumin, uno de los candidatos favoritos para el puesto de ministro de Defensa, se conformó con un cargo de asesor en la industria militar, mientras que Nikolái Pátrushev perdió cuotas de poder al ser reasignado a otro cargo.

Una juez confirmó que el juicio por posesión de armas contra Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense Joe Biden, comenzará el próximo mes de junio, luego de rechazar una solicitud de la defensa del acusado para posponerlo hasta septiembre.

Este caso marca un hito en la historia reciente de Estados Unidos, siendo la primera vez que el hijo de un presidente en ejercicio enfrenta un juicio. Hunter Biden está acusado de mentir sobre su consumo de drogas en octubre de 2018 en un formulario para adquirir un revólver Colt Cobra calibre 38, que mantuvo en su posesión durante 11 días.

Los abogados de Hunter Biden pidieron postergar el juicio para contar con más tiempo para buscar testigos y revisar las pruebas presentadas por los fiscales, sin embargo, la juez de distrito de Delaware Maryellen Noreika denegó la solicitud.

Hunter Biden se ha declarado inocente de los tres cargos que enfrenta por la compra y posesión ilegal de armas, delitos que podrían acarrearle una pena máxima de 25 años de cárcel. Los cargos incluyen hacer declaraciones falsas en el formulario de compra de armas al afirmar que no era adicto a las drogas y por poseer el arma a pesar de su adicción conocida.

El hijo del presidente, de 54 años, ha admitido públicamente su lucha contra la adicción al alcohol y las drogas, particularmente después de la muerte de su hermano Beau Biden en 2015. Durante la compra del arma en 2018, Hunter enfrentaba dificultades personales y adicción al crack.

Los cargos contra Hunter Biden surgieron de una investigación iniciada en 2018 durante la administración de Donald Trump, quien ha utilizado este caso para criticar a Biden. Además, Hunter enfrenta otro juicio en California por evasión fiscal, programado para junio, donde se le acusa de no pagar 1,4 millones de dólares en impuestos.

Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, se unió al exmandatario estadounidense Donald Trump en su comparecencia ante el tribunal de Nueva York en relación con el caso de la supuesta compra del silencio de la actriz porno Stormy Daniels. Esta acción de respaldo a Trump marca la última demostración de lealtad por parte de los líderes republicanos, incluyendo a figuras prominentes como posibles candidatos a la vicepresidencia.

«Esta es la quinta semana que Trump ha estado en los tribunales por esta farsa de juicio. Están haciendo esto intencionadamente para mantenerlo aquí y alejado de la campaña electoral», declaró Johnson a la prensa tras el ingreso de Trump al tribunal.

La presencia de Johnson, junto con otros líderes republicanos como el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, y varios congresistas, muestra el control que Trump aún ejerce sobre el partido y el respaldo que recibe a pesar de las críticas al proceso judicial, que incluyen pagos a una actriz porno.

El exabogado de Trump, Michael Cohen, admitió durante el juicio que el pago de 130.000 dólares a Stormy Daniels tenía como objetivo evitar que su historia afectara las posibilidades de Trump en las elecciones de 2016. Esta declaración refuerza la hipótesis de la Fiscalía, que sostiene que Trump falsificó registros contables para encubrir estos pagos y proteger su campaña electoral.